» La capacidad de hablar sobre ficciones es la característica más singular del lenguaje de los sapiens».
Leyendo un gran libro, Sapiens, de Yuval Noah Harari, breve historia de la humanidad, que no tiene mucho de breve en 493 páginas y con letra pequeñita, el autor nos lleva por grandes senderos de la evolución y entre párrafos, aparece escrito algo muy lógico, además de interesante, dice: » La capacidad de hablar sobre ficciones es la característica más singular del lenguaje de los sapiens». Y explica que: » Es relativamente fácil ponerse de acuerdo en que solo el homo sapiens puede hablar sobre cosas que no existen realmente, y creerse seis cosas antes del desayuno. En cambio, nunca convenceremos a un mono que nos dé un plátano con la promesa de que después de morir tendrá un número ilimitado de bananas a su disposición en el cielo de los monos”.
Aunque todos los seres vivos, tienen comunicación, especialmente a los animales se les ve y escucha en diferentes formas, con señales o sonidos de peligro o de bienestar, ya sea en sus hábitat o en los zoológicos, pero en ningún caso, se escucha una criatura, que no sea sapiens, intercambiando lingüísticamente la creencia, de un dios que baja del cielo para salvarnos de nuestros pecados.
Según Harari, transcurrieron miles de años para que el humano pudiera diferenciarse de otros homínidos. Sin embargo, producto de la revolución cognitiva del homo sapiens, hace 70 .000 a 30.000 mil años atrás, a través del lenguaje se permitió esta diferencia, el comunicar, no tan solo información concreta, sino también desde la creatividad, en ficciones con ideas abstractas, se logra el compromiso de compartir con otros y formar comunidades grandes y complejas como: la creación de dioses, naciones, leyes, justicia, dinero etc., que se sustentan en mitos compartidos, cohesionando y formando grupos numerosos y organizados, que anteriormente a este surgimiento de nuestra cognición, no había existido.
La capacidad de crear, imaginar e inventar. La información existente se hizo posible, en el lenguaje único de nuestra especie sapiens, como mitos, fantasías y ficciones, que se aloja en nuestros cerebro, muchas veces como verdades absolutas. La realidades imaginadas son creaciones colectivas, que se convierten en constructos sociales indisolubles, permitiendo la cooperación entre un gran número de individuos.
Esta cooperación a gran escala permitió a los sapiens, cooperar en grupos más complejos y de manera más flexible y no obligada en muchos de los casos.
Esta fue la capacidad, dice Harari, que superó a otros homínidos, siendo clave la cohesión de comunidades con ideales compartidos. De esta manera, nuestra especie se volvió más fuerte frente a otra especie de animales o humanos. Es así, como el autor se despoja de la teoría de la biología para la evolución, concluyendo que el lenguaje abstracto a traves de los mitos y creencias, fue el que se posicionó para establecer sociedades complejas, las que han tomado el dominio del planeta, como lo es hasta el presente.
Preguntas que me hago en estos momentos: ¿Qué pasará en los próximos 1.000 años, si la mayoría de nosotros seguimos prefiriendo ser individuos solos, dentro de paredes familiares, con muy poca organización establecida por mitos y creencias? ¿Será necesario hacer algo al respecto, antes que supuestamente sigamos involucionando? ¿Llegaremos a tener nuevas maneras de relacionarnos? No obstante, las respuestas que al menos yo no sabré, nos permite reflexionar acerca de que, hemos creído en una multiplicidad de invenciones de la humanidad como seres pensantes, y por ello hemos posibilitado la construcción de sociedades y organización de estados. Sin embargo, hasta hoy estos, han fomentado la desigualdad y desaciertos en el desarrollo humano. Por esto, lo que se llamaría involución que conlleva, menos creencias en las religiones, dinero, justicia, política, dominancia del homo sapiens, entre otras invenciones, quizás nos permita encausar el rumbo en dirección a sociedades menos dañinas y más sensibles con capacidades afectivas y solidarias por todos los seres vivos de este planeta.